CÉLULA - LA NUTRICIÓN: CUADRO SINÓPTICO
La
fotosíntesis es el proceso bioquímico mediante el cual las plantas, las algas y
las bacterias fotosintéticas
convierten materia inorgánica (dióxido de carbono y agua) en materia orgánica (azúcares),
aprovechando la energía proveniente de la luz solar. Este es
el principal mecanismo de nutrición de todos los organismos autótrofos que
poseen clorofila, que es el pigmento esencial para el proceso fotosintético.
La
fotosíntesis constituye uno de los mecanismos bioquímicos más importantes del
planeta ya que implica la fabricación de nutrientes orgánicos que almacenan
la energía
lumínica proveniente del Sol en distintas moléculas útiles
(carbohidratos). De hecho, el nombre de este proceso proviene de las voces
griegas foto, “luz”, y synthesis, “composición”.
Después de la
fotosíntesis, las moléculas orgánicas sintetizadas pueden ser empleadas
como fuente de energía química para sostener procesos vitales, como la
respiración celular y otras reacciones que forman parte del metabolismo de
los seres vivos.
Para llevar a
cabo la fotosíntesis, se requiere de la presencia de clorofila, un
pigmento sensible a la luz solar, que les confiere a las plantas y las algas su
coloración verde característica. Este pigmento se encuentra en los
cloroplastos, organelas celulares de diverso tamaño que son propias de
las células
vegetales, especialmente las células foliares (de las hojas). Los
cloroplastos contienen un conjunto de proteínas y enzimas que
permiten el desarrollo de las complejas reacciones que forman parte del proceso
fotosintético.
El proceso de
fotosíntesis es fundamental para el ecosistema y
para la vida tal
y como los conocemos, dado que permite la creación y circulación de la materia
orgánica y la fijación de materia inorgánica. Además, durante la fotosíntesis
oxigénica se produce el oxígeno que necesita la mayor parte de los seres vivos
para su respiración.
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